“Sucedió que mientras hablaban y discutían entre sí, Jesús
mismo se acercó y caminaba con ellos. ...Y les dijo: ¿Qué pláticas son estas
que tenéis entre vosotros mientras camináis, y por qué estáis tristes? ” Lucas
24:15 y 17 RVR
A veces vamos en nuestro andar diario tan preocupados, tristes, confundidos, molestos, renegando… que no nos damos cuenta que Jesús mismo va a nuestro lado; este pasaje señala que los discípulos iban discutiendo, tal vez no entendían por qué murió Jesús, quizás todavía pensaban en el traicionero de Judas o simplemente estaban tan tristes por la ausencia de Jesús que no veían un porvenir seguro. ¿No te ha pasado a ti? En ocasiones nos sentimos tan frustrados por lo que nos han hecho, por lo que nos ha sucedido y que las cosas planeadas no dieron el resultado que anhelábamos, que discutimos los porqués, buscamos culpables o le damos y damos vuelta al asunto para ver si encuentras cual fue el error y nada ¿te ha pasado?
A los discípulos les pasó y no estaban solos como pensaban e incluso Jesús
mismo iba a su lado, caminaba con ellos y
les cuestionaba; sin embargo sus ojos estaban velados, es decir, ciegos, no
captaban ni quien era ni lo que era lo que les decía. Muchas veces nos sucede
que Dios nos habla y anima, nos rodea de
gente que nos muestra si estamos bien o
mal y no entendemos que son mensajeros de Dios o el mismo Dios dando una
palabra de dirección o de aliento.
¿Qué estás viviendo hoy? Si estás como los discípulos, te
recomiendo termines la lectura de este pasaje y leas que Jesucristo se les presentó para que no
olvidaran la promesa de que estaría con ellos hasta el fin del mundo; así es,
no sé qué camino tomes, hacia donde te diriges, pero Dios si y te recuerda que
sus promesas se cumplirán, no estés triste y sin duda alguna él estará contigo
si recurres a él. Sigue tu camino tomado de la mano de él.
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