“Mirad que nadie os engañe por medio de filosofías y huecas sutilezas, según las tradiciones de los hombres.” Colosenses 2:8 RVR
¿Sabes que es más fácil no creer en la existencia de Dios, pero que es muy cruel? El ateísmo juega este papel, es fácil ser ateo porque supuestamente no hay porqué cumplir con ciertas reglas morales, pero es cruel porque te deja en la nada… pues si no hay a quien dar cuentas de lo que haces o si nadie te da un origen, es lógico que entonces, no sabes ni quién eres, ni a dónde vas.
El ateísmo es una filosofía, pues es una forma de ver y vivir la vida; toda ella es inventada por el hombre y pueden parecer tan convincentes sus ideas que te pueden ‘engatusar’, es decir, engañar o confundir. Aunque todo parezca tan sólido, es una teoría a fin de de cuentas y está hueca como un tambor. No siempre estar inn conviene, la moda nunca ha sido un indicador de que estés en lo cierto, sino que solamente seguimos a un montón de ideas de un very important person que se cree ultrasúpersabiondo y que la verdad, no es así, es tan humano y tan susceptible a equivocarse como tú o como yo.
¿Qué tiene de malo creer en Dios? Cada parte de nuestro ser y organismo muestra lo genial que fuimos diseñados. Cada interrogante que tienes acerca de tu existencia, del propósito de tu vida en este planeta o de las crisis existenciales que te dan, son muestra de la necesidad que tienes de un Dios que te pueda amar, que te pueda guiar y enseñar. ¡Qué nadie te engañe! Las tradiciones de los hombres tienden a alejar a la humanidad de Dios, así que por más que algo esté de moda, siempre cuestiona y pregúntale a Jesucristo que piensa él. Y entonces conocerás la verdad…
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