"Le has concedido el deseo de su corazón, y no le negaste la petición de sus labios. Porque le has salido al encuentro con bendiciones de bien." Salmos 21:2-3 RVR
¿Cómo esperamos esto verdad? Llegar a casa, a la escuela o a donde vayas y que te salgan al encuentro con palabras de amor, de bien... bueno al menos de buen humor ¿o no? Quien sabe que pasa con la humanidad que por lo general andan con una cara o con unos ojos que echan fuego; esto te aguada el momento.
Pero como dicen los adolescentes: traaanquilo(a), si la gente no está a tono contigo, Dios si desea bendecirte, proporcionarte tus anhelos o sueños y darte un bonche de bendiciones, pues su corazón siempre es ayudarte y además tiene infinitos pensamientos de prosperidad para ti. El requisito es que tu boca confiese o que declares con tus labios que él es tu Señor y nada te negará (excepto el pecado ¿verdad?).
¡Cómo no bendecirte si eres su hijo! Saldrá a recibirte con todo aquello que necesita tu corazón: amor por si eres rechazado(a), paz si estás angustiado(a), sanidad si estás enfermo(a) o tienes un corazón lastimado, seguridad si estas solo (a), identidad si no sabes ni quien eres... Cada segundo espera este encuentro ¿y tú?
Cierra tus ojos y pídele sea tu Señor, pues necesitas de él. Bendiciones.
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