" Escapa por tu vida; no mires tras ti, ni pares en toda esta llanura; escapa al monte, no sea que perezcas... déjame escapar ahora allá (¿no es ella pequeña?) y salvaré mi vida. " Génesis 19: 17,20 RVR
Estos versos se encuentran en la historia bíblica de Sodoma y Gomorra, es cuando los ángeles van a rescatar a Lot y cuál fue su reacción. La instrucción fue muy clara: huye, nada de miramientos o reflexiones, es un asunto de vida o muerte, pero Lot todavía se pone a refutar acerca del lugar a donde va, aunque tal vez otros digan que era un buen negociador o que sabía de su poca capacidad y decidió algo más cerca y pequeño.
Lo cierto es que Lot estaba en un gran problema y Dios envió ayuda para él; en nuestras vidas sucede lo mismo, él tiene misericordia, envía salvación y de manera inconsciente -si así se puede decir-todavía discutimos el plan de salvación que Dios plantea, pareciera que le hacemos el favor a él no al revés -jaja,
y aún así Dios concede las peticiones en su infinita misericordia ¡qué paciente Dios!
Lot escogió a una ciudad pequeña: Zoar, pudo escoger el plan A, es decir el de Dios, pero se le hizo más cómodo su plan B, el pequeño; así es con los jóvenes (no estamos exentos los adultos) creyendo que pensamos súper o mejor que Dios, los padres, los líderes, etc. escogemos una solución más corta o limitada, y para que Dios se corone de gloria y misericordia, nos da la oportunidad de hacerlo ¡qué grande es Dios!
Medita acerca de las instrucciones que recibes y cómo respondes a ellas, no seas como Lot.
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