“Jehová es bueno,
fortaleza en el día de la angustia; y conoce a los que en él confían.”
Nahum 1:7 RVR
Sólo cuando eres
débil en algo podrás reconocer que necesitas ayuda o fortaleza ajena. A veces
las circunstancias nos orillan a vivir
situaciones de verdadera angustia y el único que tiene esta fortaleza o que te
puede brindar este poder para hacer las cosas bien es Jesucristo.
El versículo
anterior describe tres características de Dios (y aún tiene más), la primera es:
que él es bueno, así que quita de tu mente a ese dios castigador y disfruta del
bien que tiene para sus hijos (as),[1]
antes que tú pienses algo Jesucristo ya pensó por ti para bendecirte y amarte; la
segunda característica es: que él es la fortaleza,
no precisamente para cuando te sientas súper sino para cuando sea oportuno y
necesario, en tus momentos más flacos, tristes y llenos de errores sino es que
de hasta horrores; y la tercera es: que
él conoce a los que en él confían. Él te conoce, no es un Dios extraño y
lejano, sabe y observa tu actitud; ten fe y certeza que no pasas desapercibido
(a) de su vista. Sabe quién eres y cuánto le necesitas.
No hay porqué pensar que necesitas palancas o
influencias para que él te escuche, tú lo puedes hacer y acercarte, así tal cual,
porque él es bueno, es tú fortaleza y te conoce… : )
[1] Si quieres ser su hijo (a) sólo tienes que recibir
en tu corazón a Jesús y declarar con tu boca que le reconoces como salvador.
Haz una breve oración: “Señor Jesús perdona mi maldad, necesito de ti, de tu
amor y salvación, ven a mi corazón y límpiame, te lo ruego. Así sea.”
ja ya me puse al corriente!! estan increibles todas las reflexiones :)
ResponderEliminar