Durante el gobierno del emperador Nerón[1],
hubo una gran persecución contra los cristianos, estos fueron martirizados,
encarcelados, exhibidos, quemados, torturados, devorados por leones y perseguidos: Ellos sí que vivieron
literalmente los tres puntos que habla el versículo. El primero es que
vencieron porque creyeron, tuvieron fe en el sacrificio de Cristo. Segundo,
también vencieron por la palabra de testimonio; sus palabras estaban ligadas
con lo que vivían, es más sus hechos hablaron por sí solos, su testimonio fue la
palabra más contundente y real en su tiempo. Tercero, menospreciaron sus vidas
por la verdad de Cristo, aunque sus vidas mortales fueron exterminadas, ellos
vencieron al ganar la vida eterna por creer.
El resultado de esto
fue que miles se convirtieron y creyeron en Jesucristo; pretendiendo Nerón
exterminar este reino lo que sucedió fue lo contrario. De igual manera que
estos personajes debemos vencer con Cristo, con nuestro testimonio y sin amar
nuestras vidas. Porque la gente de hoy está cansada de palabrería, quieren
hechos ¿y sabes por qué? porque las
palabras convencen, pero el ejemplo arrastra. Así nos amó Cristo con ejemplo,
de verdad y hasta la muerte. Seamos como él, imitémosle.
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