“Y dará a luz un
hijo, y llamarás su nombre JESÚS, porque él salvara a su pueblo de sus pecados.
Todo esto aconteció para que se cumpliese lo dicho por el Señor por medio del
profeta, cuando dijo: He aquí una virgen concebirá y dará a luz un hijo, y
llamarás su nombre Emanuel, que traducido es: Dios con nosotros.” Mateo 1:21-23 RVR
Jesús antes de
nacer fue profetizado con el nombre de Emanuel, por lo que sucedería, sería
Dios en medio de nosotros- la humanidad-. Su vida fue el cumplimiento de esta
profecía. El nombre de Jesús es el cumplimiento de su misión en la cruz con su
muerte.
Su vida y su
muerte ligadas a su nombre, ¡qué extraordinario! Pero lo es aún más cuando sus
nombres marcan tu vida, después de 2000 mil años. Él quiere estar contigo, en
todos los momentos tristes, difíciles, alegres, locos, y raros. Estar de tu
lado y caminar contigo, dialogar, negociar, aconsejar, amarte, guiarte y cumplir
esto en ti: ser Emanuel, o ser Jesús para salvarte cuando te sientas perdido
(a) , cuando todos se manden contigo o abusen, cuando ya te encuentres tan
sumergido en un hoyo en el cual no sepas como salir, cuando nadie te eche la
mano, cuando ni tú te entiendas y salvarte
de ti, de tus malas acciones , de tu pecado, de tus miedos…quiere ser tu
salvador.
El nombre de Jesús
es porque es tu salvador y Emanuel porque está contigo. Así sea en ti y en mí por
siempre.
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