domingo, enero 15, 2012

#15 ¿Cuántas mentiras crees al día?


You´re a looser!
“¿Por qué no entendéis mi lenguaje? Porqué no podéis escuchar mi palabra.
…Él (el diablo) ha sido homicida desde el principio, y no ha permanecido en la verdad, porque no hay verdad en él. Cuando habla mentira, de lo  suyo habla: porque es mentiroso y padre de mentira.
Y a mí (Jesucristo), porque digo la verdad, no me creéis.” 
 Juan 8:43-45 RVR

Satanás es mostrado en la Biblia como el  tentador, que a otros angustió, engañó, sedujo, confundió, probó, estorbó, y sigue la mata dando…pues hoy en día no es la excepción. La estrategia o lo que ha hecho es depositar pensamientos incorrectos en cada cabecita para distorsionar lo que Dios tiene para cada uno.
¿Cuántas mentiras crees al día? ¿Cuántas verdades aparentes has dejado anidar en ti? Es muy fácil abrazar  pensamientos de tristeza, de depresión, de ira, de rechazo, de rencor, de suicidio, de pasividad, de baja autoestima , de venganza, de orgullo y de aquellos que no contamos por vergüenza, lo que debes  aprender es  a no hacerlos tuyos, a poner constantemente pensamientos correctos, y/o  ejercitar tu mente a creerle a Dios.
¿Por qué es más fácil creer lo negativo? En el versículo anterior Jesucristo nos cuestiona el porqué no le creemos si él nos dice la verdad. Es que estás tan habituado a los pensamientos incorrectos que ya no los detectas, esto lo identificarías si desecharas lo que no sirve y cambiaras tus malos hábitos. Una mente sana está ejercitada, para ejercitarla debes  leer la biblia, escuchar canciones a Dios, rodéate de gente que te aprecie y sea propositiva, ora, haz un deporte, lee biografías que te reten a cosas mejores y digas wow… por lo general ya sabes que hacer, sólo te lo recuerdo.
Detectar lo incorrecto es fácil si nutres tu mente con la Palabra de Dios, en ella encontrarás los pensamientos de Dios y entenderás el lenguaje de Dios,  para que cada vez que haya pensamientos que te depriman sepas inmediatamente que estos pensamientos sólo quieren matar todo buen comienzo . Acostumbra a tu mente a creer todas las promesas que Dios te da por ser su hijo (a). Jesús es la verdad, créele a él o sigue contando cuantas mentiras crees al día. Luego me cuentas.




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