“Será como árbol
plantado junto a corrientes de aguas, que da su fruto a su tiempo, y su hoja no
cae; y todo lo que hace prosperará.”
Salmos 1:3 RVR
Los árboles, como todo ser vivo, nacen, crecen y
mueren, también cumple ciclos durante las estaciones del año y sufren cambios.
Si comparamos nuestra vida humana a la de un árbol es similar, sufrimos
cambios, pero si no bebemos de las aguas, pereceremos con los cambios. El verso
explica que el árbol da fruto, está
verde siempre y luce frondoso ¿cómo le hace? Está junto a las aguas, cerquita
de lo que le da la vida ¿A ti que te da
vida? ¿Junto a qué estas plantado?
La Biblia marca
que Jesucristo es fuente de vida, que si tienes sed, él es la fuente. Como
adolescente que eres tal vez tengas sed de muchas cosas y querrás saciarlas -
cueste lo que cueste- mas el único que
puede saciar tu sed de verdad es el que te creó. Si te plantas junto a él
tendrás vida interior, darás fruto y tu hoja no caerá, a pesar de lo
tiempos; además de que prosperarás.
Está ligada la
vida al agua, que tu corazón este ligado a Jesucristo. Bebe de sus aguas, no estés
marchito, acabado por dentro, para vivir y no sólo sobrevivir a todas las
penurias o tormentas que a veces vives como adolescente (y también los adultos
las viven, no hay excepción).
Tú eres un
hermoso y bien formado ser, recurre a la fuente de vida eterna y verás o verán
la diferencia. Tus calificaciones, tus relaciones familiares, tus acciones, tus
circunstancias se verán afectados por tu relación con Jesucristo; ven a la
fuente de vida, fluye en estas corrientes de agua y empápate de Dios.
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