“Y vio Dios todo lo que había
hecho, he aquí que era bueno en gran manera.”
Génesis 1:31 RVR
Cuando Dios mete
sus manos, todo lo hace bien, y realmente no sé porqué como humanos nos negamos
a recibir su ayuda. Cada que vas a tomar una decisión la quieres tomar
independiente de tus padres y por supuesto sin Dios (estoy generalizando), como
que nos da “mieditis aguditis crónica”, pensar que si Dios mete sus manos no va
a ser lo que queremos. Y ese es el error, primero porque fuimos creados para
depender de Dios y segunda, él es el único en todo el planeta, galaxias y
universo capaz de hacer las cosas con excelencia; para muestra basta un botón, mira
a tu alrededor, las plantas, las aves, los cielos, el agua, el mar, las montañas…
son diseños extraordinarios y ¡ponemos en duda si está bien que incluyamos su
opinión en las decisiones que tomamos!
En la juventud
queremos ser independientes, vivir sin intervenciones ajenas a nuestro yo-yo,
pero esto te llevará al fracaso o a
tener una vida mal hecha o mal trecha. Cuando el hombre interviene
aporta cosas buenas, puedes verlo en las
artes, la tecnología, la medicina…pero no son tan excelentes como la obra de Dios; pues muchas veces los excesos han deshecho lo hecho por Dios. Él es el
más confiable para entregar tu vida, tus proyectos, tus ideas… su intervención
divina hará la diferencia y tu vida será en gran manera buena. No sólo lo incluyas, sino que entrégale todo y verás.
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