jueves, febrero 16, 2012

#47 Ciudades subterráneas



“Porque en su mano están las profundidades de la tierra, y las alturas de los montes son suyas.”
Salmos 95:4 RVR




¿Te imaginas vivir bajo el asfalto? Y no porque hayas muerto sino porque andas de paseo en un centro comercial construido en lo profundo de la tierra. Hoy en día hay una gran variedad de estas ciudades y muy modernas; su finalidad es disfrutar, conocer -en países muy fríos-  poder ir al cine, ir de compras, tomar café, etc.

En la antigüedad las ciudades subterráneas tenían otro fin, algo más que la diversión, eran escondites o refugios que construían para no estar expuestos al enemigo y así poder sobrevivir. Los primeros cristianos utilizaron  catacumbas para  poder reunirse, tener sus enseñanzas, para ser librados de encarcelamiento o muerte. Se cree que vivían familias completas, en Capadocia hasta dos mil gentes, tenían de todo y podían vivir mucho tiempo ahí, eran un mundo subterráneo.

Las ciudades subterráneas son una novedad para las nuevas generaciones, pero no para los antiguos o para Dios. Para Dios nada nuevo hay debajo del sol, en sus manos está la tierra, ya sea en lo profundo o en lo más alto; así que disfruta de tu ciudad, está en las manos de Dios, lo que hagas o dejes de hacer él lo sabe, no hay escapatoria para este amor, su cuidado y protección, todo es de él, las profundidades de la tierra y los rascacielos, ¡qué más da!

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