“En paz me acostaré y asimismo
dormiré; porque sólo tú, Jehová, me haces vivir confiado.”
Salmos 4:8
¿Cómo duermes? De ladito, en forma
fetal, bocabajo, bocarriba, en chones, en mameluco, a oscuras, con una lámpara,
solo, junto a tu abue, tapado, destapado, bla, bla, bla… podríamos decir mil
maneras de dormir, pero la más triste es cuando vas a la cama sin esperanza,
deseoso de que no amanezca porque dentro de ti no hay nada más que soledad y
desaliento.
Por aquellos que van a dormir
deseando la muerte o para aquellos que es un terror a que llegue la noche, quiero decirles que hay Buenas Nuevas, hay alguien que les
ama y desea su bienestar, alguien que padeció la ansiedad, la soledad, la inseguridad, el terror de la muerte para que tuvieras vida;
él fue odiado y lastimado para que tú gozaras de amor, padeció la falta de paz
para que descansara tu corazón y estuvieras tranquilo, él es Jesucristo.
Jesucristo
comprende perfectamente tu situación - sin clichés[1]- o condición; ¿sabes qué? hoy en día muchos jovencitos (as) viven sin esperanza y van a su cuarto sin un poco de aliento, pero hoy a ti te animo a buscar a Dios, sólo Jesucristo puede entenderte, te puede dar la paz, la tranquilidad que requiere un corazón atormentado o herido. Puede hacerte vivir y dormir confiado de que esta tribulación, bronca, crisis o problema es momentáneo y pasará. Si tú renuncias a aquello que te está haciendo mal (pecado), manifestado en odio, rencor, amargura, duda… -que se yo, tú sabes qué-…y se lo entregas a Jesús, serás libre. Confía en él y él hará. Así que buena noche y recibe las Buenas Nuevas.
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