martes, febrero 28, 2012

#59 Para los que lloran



“Me he consumido a fuerza de gemir; todas las noches inundo de llanto mi lecho, riego mi cama con mis lagrimas.”   Salmos 6:6   RVR




Dos mil  115 jóvenes, entre los 10 a los 29 años, se suicidaron de acuerdo al Instituto Nacional de Estadística y Geografía en el 2008[1]. Ouch¡ ¿Cuál es la causa de tantas muertes? ¿Crees que encontraron salida a su problema? ¿Serán los únicos que realmente sufren? ¿Cómo le hacen otros para sobrevivir?

Es una realidad que el ser humano vive situaciones adversas, difíciles o contrarias a las deseadas; muchos viven situaciones tal vez hasta infrahumanas (otras imaginarias), pero no justifica su muerte. Para ti qué lloras, te animo, levántate, que no te consuma el dolor, que se forje tu carácter, supera tu pérdida, una mala relación o la falta de comprensión. No debes olvidar que nunca estarás solo, tienes a un Dios Padre que te ama, que anhela profundamente que seas feliz, que le duele que todas las noches llores, y vivas esa profunda soledad.

Cuando el ser humano olvida que no está solo, busca irremediablemente salidas alternas equívocas; la verdad es que no estás solo, y no lo digo yo, sino Dios lo asegura y él no miente. Al igual que el salmista de estos versículos llora y pide a Dios, pero también tienes que CREER que él te escucha. Si eres tú o un amigo (a) que vive una situación así, quiero decir que hay una alternativa: Jesucristo, puede haber otras, pero él es suficiente, clama a él y él siempre responderá.


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