lunes, febrero 27, 2012

#58 Acción y reacción


“El que hiciere hoyo caerá en él; y al que aportillare vallado, le morderá la serpiente. Quien corta piedras, se hiere con ellas; el que parte leña, en ello peligra.”  Eclesiastés 10:8-9 RVR




Muchos hablan de que a toda acción  hay una reacción; -sin asegurar- creo que la mayoría de la gente sabe de esta ley, es decir, si haces algo, ya sea bueno o malo habrá una reacción en aquellos en quienes lo hagas. Sin embargo, aunque se es consciente de esto, nos enojamos, nos deprimimos o nos rehusamos a recibir las consecuencias.

Si muy joven tienes una relación sexual, lo más seguro es que en reacción a esto, seas un papá o mamá muy joven (¡qué susto verdad!) pero no sé por qué piensa el joven que él o ella será la excepción, pero  sinceramente no será así. ¿Otro ejemplo? Si tienes un amigo (a) que gusta de algún vicio: beber alcohol, ingerir drogas, fumar, ver pornografía y otros que tú sabes, por la amistad que llevas, lo más seguro es que cederás a sus presiones, en mayor o menor grado, lo harás sino sales corriendo de esa relación.

Eso es a lo que se refiere los versículos anteriores, lo que hagas se volverá a ti, si estás invirtiendo en algo, habrá frutos, quieras o no, es parte de. La Biblia fue escrita mucho antes que Isaac Newton creará esta ley[1]; la Biblia  ya manejaba este principio, y muy claramente, te advierte para que observes, analices qué haces, si peligras; pues indiscutiblemente recibirás los efectos o reacciones de tus acciones. No necesariamente negativas. Si estudias…pasarás…terminarás una carrera… bla, blá,bla… Así que ponte “buzo”, piensa más en tus acciones y no caigas en los propios hoyos que cavas.



[1] “Con toda acción ocurre siempre una reacción igual y contraria: o sea, las acciones mutuas de dos cuerpos siempre son iguales y dirigidas en sentido opuesto.”

No hay comentarios:

Publicar un comentario