"Así aconteció que en el día de la batalla no se halló espada ni lanza en mano de ninguno del pueblo que estaba con Saúl y con Jonatán, excepto Saúl y Jonatán su hijo, que las tenían." 1 Samuel 13:22
Cuando estás en guerra necesitas armas para atacar o al menos defenderte, pero en el pueblo de Israel no había; los filisteos eran un pueblo vecino que predominaba y sí contaban con armamento, así que ya sabrás quien mandaba. ¿Cómo es posible que en todo Israel no hubiera una sola arma? a excepción de las espadas que tenían el rey Saúl y su hijo Jonatán, por supuesto, esto no cambiaba mucho el panorama ¿Cómo sobrevivirían así en una guerra?
Sería de locos ir al frente de una batalla sólo con dos espadas, seguro sería una masacre y sinceramente mejor para que pelear, mejor así nos quedamos ¿no? Pues eso es exactamente lo que nos pasa cuando enfrentamos situaciones complicadas en la vida, cuando tienes tentaciones o de repente sobrevienen malas rachas... estamos como el pueblo de Israel, sin armas, no estamos listos para enfrentarlas. La Palabra de Dios es la Espada que nos ayuda a defendernos y a contra atacar al enemigo, pero muchas veces esta arma la dejamos olvidada o empolvada sin hacer uso de todo el poder que en ella hay por ser la voz de Dios en letra.
Fortalécete en la Palabra, estúdiala, y léela continuamente para que cuando tengas una necesidad sepas que responder o que hacer porque Dios ya te ha hablado. La Biblia es el arma más poderosa que puedas tener en tus manos contra tu adversario, que no es tu vecino sino Satanás.Sé tú unos de los que como noble porte su espada a cada lugar que va, como Saúl y Jonatán.
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