domingo, abril 22, 2012

#113 ¿Conoces el hambre?


“Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados.”
Mateo 5:6  RVR




¿Alguna vez has sentido hambre que serías capaz de comerte una vaca entera? Creo que en México, pese a que hay zonas marginadas, no ha vivido un hambre real. Nuestro país es tan vasto que hasta las hierbas nos podemos comer;  hay otros países con menos oportunidades, como África, que miles y miles mueren al día por hambre.
Quisiera relacionar este tipo de hambre, esa necesidad de querer saciar este apetito, que no te deja pensar o la desesperación de probar aunque sea un bocado para sentir algo en el estómago con el deseo de querer conocer a Dios; el hombre generalmente, sino es que siempre, se cree autosuficiente y es “raro” el que tiene este profundo anhelo o ansia de conocer a Dios.
¿Quién enseña esto? Nadie, es al revés vive sin Dios, es el consejo; si lo anhelas estás loco o fanático, tal vez no te funcionan bien los tornillos. Sin embargo, Dios si conoce a los que le buscan, a los que le ansían… y los sacia con su presencia, su amor, su misericordia, su salvación, su justicia… pero primero tienes que tener esa hambre que mata, ese deseo intenso de conocerlo, pera ser saciado. Primero hay que estar hambriento de él, no hay saciedad sino hay necesidad.

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