“… Cantad con inteligencia.” Salmos 47:7 RVR
Hace poco al traducir unas canciones al español con otros amigos, estos me comentaron lo fea que
estaba la letra de la canción; al cantarlas en inglés no les entendían muy
bien, pero ya al desmenuzar las palabras y significado en español, aunque
tenían mucho ritmo, no les gustó. Tal vez el gusto se rompe en género, es
decir, hay canciones para todas las edades y gustos; sin embargo no todo lo que
se canta aporta algo significativo y de valor.
El repetir algo continuamente, muchas veces queda impreso en
tu mente y toda esa información baja a tu corazón y al rato crees que esas
palabras son toda la verdad, por ello debemos ser muy selectivos en lo que
escuchamos o cuidadosos en nuestras
elecciones en música. ¿Qué cantas? Piensa y analiza, que un día te morirás de
amor, que ahora amas a otro (a), que vives en continuo dolor por lo que te
hicieron, que ojalá tus padres desaparezcan porque no te entienden, que eres
muy sexy y que eres la última coca en el desierto, que te desnuden… bla,bla,bla…
no acabaría con tantas frases e ideas; creo en la libertad de expresión, pero
cuida que esa libertad si te proporcione algo bueno.
Canta con inteligencia, no te desbordes en un torrente de
emociones y pasiones que te llevan a la nada; mejor canta a Aquél que le da
sentido a tu vida; el Salmo te invita a cantar, pero utilizando tu habilidad de
entendimiento y comprensión, en el diccionario lo maneja también como la
sustancia meramente espiritual para
comprender y entender.[1]
Así que no cantes por cantar, reflexiona lo que cantas.
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