Juan 10:15
RVR
Hay ciertas palabras que sellan nuestros corazones, ya sea
de manera positiva o negativa, espero que el versículo anterior lo sea, pero de
manera buena y positiva para ti. Nadie
da su vida por alguien que ni conoces, que no sabes si te lo agradecerá o si se
lo merece; sin embargo Jesucristo al decir estas palabras, perfectamente él sabía
que daría su vida por alguien que no se lo merece, que no lo conoce y que muy,
pero muy poco se lo agradecería.
Lo extraordinario es que aún así lo hizo, además de hacerlo con toda la disposición, nadie le
hizo “manita de puerco” o lo presionó, sabía en su plenitud que tú (o yo) valías
la pena, y no por lo magnifico que seas o por las grandiosas cosas que llegues a lograr,
sino por todo lo contrario. Jesús sabía cuán faltos de dirección y amor están
los adolescentes, jóvenes, mujeres, hombres, familias, sociedades, naciones y
el mundo entero…nada más por eso.
La misericordia se manifestó en amarnos, aunque no valía la
pena el producto ( o sea nosotros), pagó el precio de nuestro pecadote y dio su
vida para que disfrutarás hoy una nueva vida en él. Nunca lo forzó el Padre
celestial, tenía que ser una entrega voluntaria y completamente franca...wow¡¡¡
sí que sabe amar Jesucristo ¿cuántos de nosotros ni en cosas sencillas queremos obedecer? Sin embargo, él
lo hizo con sinceridad; nunca hubo “manita de puerco”.
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