jueves, junio 14, 2012

#166 No salen las cuentas



“Venid luego, dice Jehová, y estemos a cuenta: si vuestros     
pecados fueren como la grana, como la nieve serán 
emblanquecidos; si fueren rojos como el carmesí, 
vendrán a ser como blanca lana.”  
 Isaías 1:18   RVR




Dios en su inmenso amor suplica a la humanidad a acercarse a él, aclarar aquellas diferencias que se pudieran tener o entablar nuevamente (si es que la hubo) una relación con él. ¿Te puedes imaginar a un presidente o a un rey suplicar a un mendigo que le hable? Esto es insólito, ¿en dónde se ve este tipo de sencillez y corazón? Solamente un corazón de padre lo hace.

Si quisiera el hombre ponerse a cuentas con Dios, no nos saldrían las cuentas, le debemos tanto que ni la vida nos alcanza para pagarle; simplemente mira a tu alrededor y verás que gozas de muchas cosas que aunque tu fuerza o intelecto lo logró, esta fuerza, inteligencia, aliento, tiempo… han sido otorgados por Dios, todo vuelve a él ¿Cómo pagarle a quien te permite respirar cada segundo? ¿Cuánto dinero costaría darle a Dios para que te diera “el pase” para despertar cada mañana?  Cada vez que lo reflexiono no me salen las cuentas.

Ahora bien, hay tanto pecado en los corazones que no podríamos ni acercarnos a Su majestad, Su persona es pura y santa ¿cómo le harías? Sin embargo, él piensa en todo, para que tengas esa comunión con él, que no haya obstáculo o forma de pago (porque no lo hay) envió a lo más amado: a su Hijo, a morir en la cruz, Su sangre permitió estar emblanquecidos o puros ante Su presencia y aunque no salgan las cuentas, todo nuestro pecado es borrado y limpiado,  al reconocer y creer en su Hijo Jesucristo. ¿Qué señor entrega a su hijo para amar a un mendigo? Sólo nuestro Dios, no lo menosprecies y recíbelo en tu corazón.

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