“Y Jehová va delante de ti; él estará contigo, o te dejará,
ni te desamparará; no temas ni te intimides.”
Deuteronomio 31:8 RVR
Desamparo es abandonar
a alguien cuando te pide su amparo o favor. Jesucristo por un breve momento
vivió el desamparo en la cruz; un bebé desamparado por su madre moriría; si estás
en un problema legal y no tienes un amparo civil, de seguro vas a la cárcel;
cuando a un amigo (a) le confiesas tu vida y lo publica, además de la vergüenza,
estarás desamparado y al descubierto ante la gente; los niños que deambulan en
la calle, día a día viven el desamparo y peligro de cualquier tipo; en fin hay
una serie situaciones que nos hacen vulnerables en esta vida, que hacen al ser
humano experimentar el desamparo.
Pero recuerda estas dos cosas importantes, la primera es: Jesús lo vivió; entonces, él te entiende. Conoce perfectamente tú caso y lo que se siente; la segunda: Dios está por ti ahora, cuando Jesucristo murió en la cruz y resucitó, lo hizo para salvarte de tu pecado y ahora estar al lado del Padre e interceder por ti, será tu mejor abogado y rogará para que no sufras el desamparo, el abandono o la soledad.
Así que no estás ya más desamparado, el te quiere proteger de todo aquello que te pueda dañar, te escucha si oras y pides su favor y ayuda, no te dejará si él es tu esperanza; Dios no cambia, él siempre es fiel, por tanto si te promete que él estará contigo, así será. No dudes en recurrir pues en toda ocasión a él, los momentos de temor, duda, soledad, intimidación, desconcierto son los estados perfectos para decirle: necesito de tu amparo.
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