" Regocíjate y canta, oh moradora de Sión;
porque grande es en medio de ti el Santo de Israel." 
Isaías 12:6 RVR
No estamos hablando de la lucha libre entre técnicos o rudos o del Santo enmascarado de plata contra Blue Demon, sino de cómo se hacía llamar Dios ante su pueblo Israel. Dios es el único que ocupa el principal lugar en esta nación, pero cada vez que no era así, él permitía las circunstancias adversas para que volvieran su corazón a Dios.
El Santo no es una estatua de yeso o de madera, es un Dios grande que ninguna forma puede contenerlo, no está hecho por manos de artesanos, ni creado en mente humana, no se puede, él es espíritu y solo así puede estar en medio de ti; no está lejano, sino ciertamente super cerca, más cerca no puede ser, va a tu lado, camina contigo, te escucha, te ve y entiende tu corazón.
Cuando Dios se hace llamar El Santo de Israel muestra con claridad la relación que Dios tiene con su pueblo ¿Cómo te llama Dios? ¿Es un Dios lejano para ti? ¿Es tu Dios pequeño? Si tu Dios es el Santo de Israel tendrás muchos motivos para alegrarte, regocijarte y cantar porque no tienes a cualquier Dios, sino al Creador del universo, al Señor de Señores y al que desea ser tu Salvador.
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