"Pues aun los cabellos de vuestra cabeza están todos contados. No temáis, pues; más valéis vosotros que muchos pajarillos." Lucas 12:7 RVR
Cuando tienes un amigo (a) o es tu BFF, por supuesto que te ofendería que él/ella no confiara en ti, ya que la amistad de eso se trata, de contarse sus gustos, de lo que quieres lograr, de lo que pasó en el día, de quien te ha ofendido y como luchas para perdonarlo, de acompañarse en las buenas y en las malas -no en las mañas ¿ok?-, por tanto si te molestaría que tu amigo(a) desconfiara de ti, de tu honestidad, de tu ayuda -aunque fuera limitada- o de tu lealtad.
Pues exactamente sucede así con Jesucristo, él es tan confiable y leal que es una ofensa que no recurras a él con aquello que te preocupa; te conoce a la perfección, sabe de tus gustos, de tus temores, de tus luchas y de lo que necesitas, además, cuenta con todo el poder e influencias para ayudarte; entonces ¿de qué te preocupas? Creo que el problema radica en que no existe una relación con el mismo peso de confianza con el que él da o simplemente no hay tal relación, tienes a Dios de lejecitos. ¡Qué gacho!
Te invito a confiar en el Señor de señores, aquel que desde el principio te amó, que como mejor amigo dio su vida por ti, que conoce hasta cuantos cabellos tienes en la cabeza, que te entiende y no te condena si te has equivocado, sino al contrario te brinda miles de oportunidades para que siempre vuelvas a él. ¿Verdad que lo que te preocupa ahora se ve tan pequeño? Recuerda nada opaca su grandeza, así que no temas, él sabe que vales más que muchos pajarillos.
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