Si has vivido desgracias o las cosas no han salido bien, hoy Dios te habla al corazón... tú dolor, tu angustia o tu desesperación lo quiere Dios ya detener, quiere tomarlo en sus manos y que seas libre ¿a caso tiene alguna razón tanto dolor? ¿puede Dios hacer algo al respecto? Por supuesto que sí y quiere que lo sepas.
Lo primero que debes saber es que ya no hay más razón de cargar tu pecado, en la cruz Cristo decidió voluntariamente entregar su vida para que aquél que crea en él pueda disfrutar de paz y gozo. Tal vez te consideres una víctima y que nada ha sido justo en esta vida, pero aunque todo pareciese tan negro y perdido, Cristo aún sufrió más por ti en el calvario, para que si así lo decides, seas totalmente libre de todo peso de rencor, odio o aquello que cargas como una pesada losa en tu espalda.
Y lo segundo es que Dios anhela hacer algo al respecto a tu condición, quiere ayudarte, extender su mano y ser favorable contigo, su amor es lo que lo lleva a recordarte en este verso que es tiempo de mirarlo a él, de que dirijas tus ojos al cielo y que descanses en él. Tu pecado ya fue pagado, su amor es manifiesto en esa cruz... ya es el tiempo de refugiarte en él.
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