"Por tanto, es necesario que con más diligencia atendamos a las cosas que hemos oído, no sea que nos deslicemos." Hebreos 2:1 RVR
¡Cómo cae gordo que te repitan las cosas! ¡Pero qué necesario es! Sinceramente en la adolescencia es cuando menos nos gusta escuchar, irrita que te digan lo que ya sabes... pero que no haces ¡ups! Ese es el problema, si te repiten constantemente las cosas es que no estas escuchando las instrucciones o las órdenes que se te dan; entonces si puedes solucionar el problema ¿o no?
El oír las indicaciones va ligado a la diligencia -diligencia es hacer las cosas rápidamente, sin pereza y con buena actitud- Creo que esta grueso este concepto de diligencia porque se batalla mucho para lograr tener esta actitud diligente, obediente y dispuesta a escuchar; pero no imposible. Si tú recurres a Jesucristo, el mejor ejemplo de la obediencia, él te ayudará en tu debilidad: oír a tus padres o a la autoridad.
El versículo nos aconseja con ser diligentes en lo que oyes, por supuesto que las cosas buenas, porque cuando menos te des cuenta ya estas en un bache o problema que humanamente ni quien te pueda ayudar; la Biblia menciona que si no oyes, te deslizarás, será como ir en una resbaladilla que por tu propio peso te llevará al suelo y ¡sopas! Lo que has ha aprendido de la Biblia, hazlo; sé pronto en actuar y fíate de Cristo que él te ayudará en aquello en que eres débil. No seas tardo en oír Su voz.
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