jueves, septiembre 13, 2012

#257 El ojo infectado



"Lígalos a tus dedos (los mandamientos); escríbelos en la tabla de tu corazón.  Proverbios 7:3  RVR






Galileo Galilei fue un científico y astrónomo italiano del Renacimiento, pero antes de serlo, fue un religioso de  un convento en Florencia, el cual dejó después que su padre lo sacara por causas de salud: su ojo se infectó.       Lo cual es curioso pues es precisamente lo que su ojo vio lo que revolucionó al mundo. Se dedicó al estudio y desarrollo de un telescopio que mostró que el mundo era el que giraba al rededor del sol.

La Santa Inquisición no se hizo esperar, lo encarcelaron e hicieron que se retractara de sus investigaciones, pero él dijo lo siguiente: "Tanto las Escrituras como la naturaleza proceden de la divina Palabra... dos verdades no pueden contradecirse mutuamente." ¡Wow! Tenía muy presente quien era Dios y lo poderosa que era su Palabra; Galileo tenía en su corazón grabadas las Escrituras, nunca dudó de Dios.

Que tu corazón, tus dedos, tu vida y más...estén impregnados de la Palabra,cada cosa que hagas y digas siempre revelen que Dios te ha transformado. Cada cosa que vivió Galileo -y vivió cosas muy difíciles- nunca lo alejó de Dios, al contrario lo ligó más a él. ¿Puedes decir lo mismo?


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