"Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón;
Proverbios 4:23 RVR
Cada vez que miras a la persona que te gusta ¡wow! sientes mariposas en el estómago ¿o no? Serías un mentiroso(a) si no lo reconoces -ja.. bueno a lo mejor oyes campanitas -esto suena más cursi ¿verdad? La verdad es que más de uno sabe que cuando te sientes enamorado, pierdes el piso y no piensas con cordura sino con las hormonas -que por cierto son muy volátiles por estar en la adolescencia y juventud.-pero eso no importa ¡se siente requetepadre!
¿Pero qué hay de cuando te lastimaron? ¿Qué hay de lo que sentías al verlo(a)? Las mariposas se vuelven retortijones y quisieras desaparecer o desaparecerlo (a) en ese mismo instante con o sin la ayuda de Dios... ¿o no es así? ¿Pero sabes qué? esto lo puedes evitar, tienes en tus manos y a tu alcance el no salir lastimado(a); no está mal sentir tal atracción por el chico(a) que pase, sino que el que des tu corazón a cualquiera que pase o te haga ojos de borrego a medio morir. Las cosas del corazón se atienden con cuidado.
Cuida tu corazón, cuida a quien dejas entrar, ten cuidado de quien te enamoras, no otorgues tu tesoro al primero que pase... porque de seguro las mariposas dejarán de sentirse y lo momentáneo dejará un gran dolor en ti. Mejor enamórate de Dios, él si te valorará al cien, escucha su consejo en la Palabra y te dirá quien puede amar tu corazón como él mismo lo haría y te dirá el momento exacto para hacerlo. Si dejas que él te guíe, de tu corazón emanará (surgirá) algo más que mariposas o retortijones...y será vida.
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