"El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas." Romanos 8:32 RVR
Que no te engañen, este mundo vende la idea de que puedes lograr todo por tus méritos o esfuerzo; si logras una carrera, si tienes un talento, si eres buenazo para algo, si alcanzas ciertas metas, bla,bla,bla... todo enfocado en ti, te vuelves el centro del universo y el punto de partida de todo; pero es una idea de lo más errado que puede haber.
Ciertamente eres bueno para algo, tienes talentos y tienes la capacidad para lograr objetivos, pero porque hubo alguien mayor que tú y tus progenitores que te diseñó así, y es Dios, de él proviene todo. Dios no ha escatimado nada para darte lo que necesitas, incluso al darse cuenta de tu necesidad de acercarte a él proveyó el puente perfecto entre tú y él: a su Hijo, lo más valioso que pudo haber dado; entonces ubícate, todo aquello que eres y tienes provienen del Padre celestial.
Y si eres de los que piensas: -Pues yo no tengo nada bueno en mí, soy un inútil y total fracaso, creo que Dios no me otorgó nada, se equivocó conmigo... Quiero recordarte este verso, si él entregó a su Hijo ¿habrá algo que te niegue? Te ha entregado todo lo que pudo haberte dado, ya no hay más; así que acércate confiadamente a él, reconócelo como tu Señor y Dios y que nadie te engañe, no eres "la divina garza", pero Dios te ha amado tanto que no escatimó nada para comprarte y quiere ayudarte. Reflexiónalo.
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