“Pedir a Jehová
lluvia en la estación tardía, Jehová hará relámpagos, y os dará lluvia
abundante y hierba verde en el campo a cada uno.”
Zacarías 10:1 RVR
Cuando eres niño
los padres recomiendan –sino es que hasta regañan- por pedir demasiado o fuera
de tiempo. Sin embargo Dios piensa totalmente opuesto al mecanismo humano, él
nos reta a pedir cosas sobrenaturales para que comprobemos su grandeza y poder.
Claro que no te
enviará un mustang rojo caído del cielo (aún así me atrevo a decir que Dios
sorprende) sólo para presumirlo entre tus cuates; pero contestará si tu oración va acompañada de una
fe que desea hacer su voluntad y sucederá en el momento más improbable que
sucedan, sólo para que reconozcas y veas quién es él.
Pide si estás en
un momento difícil, recurre a Dios en la situación más extraña o peligrosa, si requieres de un milagro, para la sanidad de tu pariente enfermo, acude a él
si ya no hay otra alternativa… Si crees que estás tan lejos de él que no te
escuchará o que has llegado tan bajo que no te querrá oír, la buena nueva es
que él te ama, te recibe con los brazos abiertos, su sacrificio en la cruz fue
para perdonar tus pecados y limpiarte,
claro está si tú le recibes y pides ayuda a él. Entonces verás las lluvias
abundantes en tu interior y serás escuchado (a).
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