“Del poder de sus
hechos estupendos hablarán los hombres, y yo publicaré tu grandeza”
Salmos 145:6 RVR
“Sus manos
hablarán por mí, son mi mejor publicidad, por eso hago bien mi trabajo.” Esta
frase la dijo una empleada que se dedica a crear y diseñar uñas. En efecto su
trabajo es bueno y muchas clientas la visitan porque otras vieron y supieron
de las maravillas que hace. Si una mujer sencilla reconoce que su obra bien
hecha repercutirá en otros, cuanto no puede suceder en nosotros que somos hijos(as)
de Dios.
La mejor
publicidad es cuando lo prometido es tan bueno como lo constatado y Jesucristo ha
dado lo mejor: su vida; no lo hizo con fines comerciales o para aparecer en la
alfombra roja sino para que tú y yo fuéramos libres de pecado y llenos de su
amor. Ante este hecho recibido en nuestras vidas, no se puede estar callado. Sé
una publicidad ambulante o un espectacular en plena calle, un cartel con patas
que declare, publique, grite a voz en cuello que Sus hechos en tu vida son estupendos.
Jesús hace bien su trabajo -a cada uno por igual-, te limpia, te perdona y te restaura no importando cual haya sido tu condición. Recíbelo y reconócelo hoy, verás tu andar renovado y tú serás la mejor publicidad que le puedas dar por la excelencia de su trabajo, pues sus manos te han tocado y ahora eres una obra transformada por su sangre derramada en la cruz. Que tu vida hable de sus hechos estupendos.
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