miércoles, febrero 22, 2012

# 53 El funeral




“Ustedes considérense muertos al pecado, pero vivos para Dios en Cristo Jesús, Señor nuestro.”
Romanos 6:11







Por ahí leí esta frase: Murió la persona que impedía tu crecimiento –tú mismo-. Los valores de Dios no son nada parecidos a los de este mundo terrenal. Los más vivos son aquellos que sacan ventaja de todo y que todo sea para “su reino”; mas Dios nos manda todo lo contrario a morir a todos nuestros derechos, te quiere muerto : X  ¡ups! Porque si mueres a tus caprichos, maldad, ego,  o necedad y dejas que viva Dios, podrás disfrutar vida ¡qué loco! ¿Verdad? Morir a ti, para vivir en él. ¿Y para qué? Pues, como tu vida  no es tuya, sino que te fue otorgada, es  para que sirvas a Dios, para que seas bendecido y seas bendición a otros con amor, gracia, misericordia.

Recuérdalo, tu vida no es tuya, es prestada; así que aprovéchala bien, no la malgastes.  Todos los días debe haber un funeral en tu casa, morir al pecado, a tu egoísmo o a tu mundito narcisista[1],tal vez digas, ¡No quiero! ¿Y por qué yo? Y yo te replico: ¿Y por qué no? Ya es tiempo de morir más a ti, a tus deseos, a los berrinchitos, necedades…bla,bla,bla. Además no eres el único. Hubo uno que de “adeveras” murió y murió sin tener  culpa: Jesús. No hizo tanto drama, sino que supo vivir este principio: el que muere para sí ( al pecado) tendrá mucha, pero mucha vida… tanta que a ti y a mí nos regaló la vida eterna. ¿Cómo ves? Eso si es un funeral.


[1] (Por alusión a Narciso, personaje mitológico). m. Hombre que cuida demasiado de su adorno y compostura, o se precia de galán y hermoso, como enamorado de sí mismo.
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