viernes, marzo 02, 2012

#62 Deficiencias humanas




“No temáis; ¿acaso estoy yo en lugar de Dios? vuestros pensasteis mal contra mí, mas Dios lo encaminó a bien…”   Génesis 50:15  RVR





Hay dos cosas terribles: ponerte en el lugar de Dios (por juzgar a medio mundo) y la otra, ser esclavo del que te daña. Me ha sucedido, he estado en cualquiera de estas dos terribles posiciones  ¿y sabes qué? Ninguna posición me ha ayudado, al contrario, me ha hundido en arenas movedizas, en las cuales cualquier movimiento que yo haga, me pone en una situación peor, de vida o muerte.

Mas la misericordia de Dios es grandiosa, porque al leer su Palabra he descubierto que no tengo por qué ser Dios y no tengo por qué ser esclavo. Jesucristo me ha hecho libre, a él no le importa mis deficiencias, ni las del vecino  porque ya las pagó con su vida… entonces pienso –comparando su sacrificio- que lo que hizo mi cuate (a) de a lado no es tan grande, si Jesús perdonó mis fallas, yo puedo –en él- perdonar las del otro (a).

Dios siempre encamina a bien las cosas malas que nos suceden, si recurres a él. Él ve tu obediencia, tu deseo de hacer las cosas correctas, si te has equivocado te dará siempre una segunda oportunidad. Perdona las deficiencias humanas, de tus padres, amigos (as), hermanos (as) cuando se equivocan; Dios corregirá tu andar y el de los demás, si se dejan, jajajaja. Perdonar es pasar por alto la ofensa, dejar las cuantas canceladas y no pasó nada… ¡qué! Bueno si, una enseñanza del profundo amor de Jesucristo por ti que se ha olvidado de todo lo mal que haces y que aú así se atreve a perdonarte y creer en ti. Es tiempo de ser como él ¿o no?

No hay comentarios:

Publicar un comentario