“Puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe…” Hebreos 12:2
RVR
Se sabe que si colocas a ciertas aves[1]
en una caja de 2mx2m, aunque esté abierta no volará porque necesita de 3 a 4 m para
tomar carrera y volar. No ve hacia arriba, sólo ve hacia el frente…nosotros a veces
también nos encuadramos en las
situaciones que vivimos, las circunstancias que nos rodean, a Dios mismo lo encajonamos –o pretendemos hacerlo-
¿A caso podemos encajonar a este Dios que todo lo puede? Es una manera de mirar
las cosas, eres tú quien en su mente lo hace, ¿las circunstancias ya no tienen
cambio? Tal vez es la falta de fe o esperanza que no permite visualizar mejores
o mayores alternativas.
La infinidad de flores, animales, insectos, peces –y que aún
se están descubriendo- ¿no te dan una idea de la infinita creatividad que Dios
tiene? Él tiene todo el conocimiento (por eso se le dice que es omnisciente) no
sólo de tu vida, sino de todo lo demás. Él tiene todo el poder para crear vida
y seres tan complejos capaces de reproducirse y también ser creadores de máquinas, ciencias o teorías;
por eso se le llama omnipotente.
Los atributos de Dios lo hacen merecedor de toda nuestra confianza
o fe, para creerle y saber, aunque no veamos qué sucederá. Dios no está
encajonado, realmente quien lo está es el que no cree, el que no ha puesto sus
ojos en el cielo, en aquél que en la cruz murió para que fueras libre, de ese cajón
de 2mx2m y puedas volar. Nunca dejes de mirar hacia arriba, pues ahí está tu
libertad.
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