“Porque Dios me es testigo de cómo os amo a todos vosotros
con el entrañable amor de Jesucristo.” Filipenses 1:8 RVR
Hay varias formas de clasificar el amor, pero yo quiero
hablar de tres que menciona la Biblia, a través de sus páginas: El amor filos,
el amor eros y el amor ágape. ¿Para qué nos sirve saberlo? Tal vez te ayude a
comprender lo que practicas en tu vida diaria. Hacer conciencia de nuestras
elecciones, obvio, acerca del amor y nos da la prudencia de relacionarnos con
las personas, darles su lugar, así como solicitar el lugar que nos corresponde.
El amor filos lo practicas con tus padres, hermanos, la
familia, un amigo, es una amor de mutua atención, amabilidad, trato agradable y
cuidado. El amor eros es cuando alguien te atrae sexualmente y está reservada
para tu pareja en el matrimonio. Y por último el amor ágape, como este no hay
igual, no exige, ni reclama, sólo da, es el amor que da Dios.
¿Cómo amas? ¿Siempre esperando recibir? O al revés ¿sólo
dando hasta quedar seco (a)? Dios es la fuente del amor ágape, no puedes estar
vacío si él está en ti y no darás de ti, sino de lo que hay en ti. Amar con el
amor de Dios es inagotable, pues no espera nada,no es egoísta, sabe soportar[1]…
porque no está basado en las mariposas que sientes en la panza, sino en la decisión
de amar al otro (ya sea tu mamá, hermano, amigo, pareja…bla,bla,bla) a pesar de
sus deficiencias y ellos a su vez amarte igual.
¿Te imaginas amarse así? ¿Y toda la humanidad? Parece utopía; sin
embargo, Dios ama así y al ser humano no le cabe en la cabeza este tipo de amor; pero que Dios sea testigo que podemos amar a su manera, vivámoslo…qué feliz lo
haríamos… y por consecuencia nosotros ¿o no?
No hay comentarios:
Publicar un comentario