miércoles, marzo 21, 2012

#81 El entierro de una pierna



 
“Porque habrá hombres amadores de sí mismos,     
avaros, vanagloriosos, soberbios, blasfemos, 
desobedientes a los padres, ingratos,…” 
 2 Timoteo 3:2  RVR






Leyendo un poco de la historia de México, me topé con este dato curioso: Santa Anna, un presidente de México, al perder su pierna en una batalla, hizo un tremendo funeral a su pierna, asistieron gente ilustre y del pueblo por la novedad de tan inusual entierro[1] ¿cómo ves? ¡Qué loco!

Así te encontrarás gente, extrañas, extravagantes o amantes de sí mismas; aunque yo quisiera aclarar que estoy de acuerdo con la diversidad o pluralidad, pero hay cada caso que me impresionan por sus locuras; en fin,  hablamos de la pierna de Santa Anna y que deberás tener cuidado con lo que ves o hacen otros, las generaciones se trastornan cada vez más y hacen cosas increíbles, cosas que yo creo que si sus padres se lo pidieran ni las harían.

El versículo antes mencionado fue escrito antes que Santa Anna naciera, o tú, o yo, pero es real o vigente para este tiempo, parece que sabía lo que venía ¿no? Es una característica de la Biblia, ella te advierte, te  enseña y guía, ¿Este presidente era amante de sí mismo? ¿Vanaglorioso?... pues él ya no está, pero que hay de los que estamos aquí, tal vez no enterramos nuestra pierna con todo y pompa, pero si hacemos gala de vanidades, orgullo, desobediencias a nuestros padres que el entierro se queda corto… no seamos amantes de nosotros mismos, seamos como Dios que amó de tal manera que entrego lo más amado a su Hijo.

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