jueves, marzo 29, 2012

#89 No era una manzana



“… y tomó de su fruto, y comió…”  Génesis 3:6   RVR








La mayoría ve a la manzana como el fruto de la tentación, erróneamente se ha aprendido que en el huerto del Edén, cuando Eva fue motivada por la serpiente  a comer del fruto del árbol del bien y el mal, lo hizo con una deliciosa manzana ¡y roja!  Pero, como leíste en el texto con que inicié, no dice que era una manzana, o higo, o pera, o naranja, sino solamente un fruto. No era una manzana, pero si pecado ¿cuál es el fruto que te atrae?

Desgraciadamente el fruto de la desobediencia de Eva los sacó del bello jardín del Edén; mas gracias a Jesucristo podemos esperar  y anhelar un hermoso  lugar, mucho mejor que el Edén. No importa la forma del fruto o color, sino que obedezcamos y sólo tomemos de lo que nos es permitido. Principalmente tú, si eres joven (aunque el ser adulto no te exenta de esto) la tentación a desobedecer se da a montones. Reconsidera y no comas del fruto equivocado.

Participa no sólo de un buen fruto, sino de los mejores frutos, ¿cuál te gusta? Está el fruto del amor, del gozo, el de paz, el que nadie quiere: el de la paciencia, el de la bondad o el de la mansedumbre.[1] Todo lo que se perdió en el Edén porque a “alguien” se le ocurrió comer del fruto equivocado y pecar  (que te aseguro que tú o yo hubiéramos metido la patota de igual forma), ahora lo hemos recuperado a través de Jesucristo, él no fue desobediente, sino obediente hasta la muerte y muerte de cruz.[2]Así que, ven a él y recibe perdón, vida y mucho, pero mucho fruto.



[1] Ver Gálatas 5: 22-23  RVR
[2] Chec Filipenses 2:8  RVR

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