“Y Samuel respondió a Saúl, diciendo: Yo soy el vidente;
sube delante de mí al lugar alto, y come hoy conmigo, y
está en tu corazón. Y de las asnas que se te perdieron hace
ya tres días, pierde cuidado de ellas, porque se han hallado.
Mas ¿para quién es todo lo que hay de codiciable en Israel,
sino para ti y para toda la casa de tu padre?
1 Samuel 9:19-20 RVR
A Saúl se le perdieron los burros y los anduvo buscando por cielo, mar y tierra, pero lo que encontró fue el llamamiento de Dios a ser rey. En su búsqueda conoció al profeta Samuel, este supo por revelación de Dios que Saúl sería el próximo rey de Israel. ¡Qué fortuna! Ahora me pregunto ¿tú que andas buscando? Tal vez como joven andes tras “tus burros” y lo que Dios quiere es que recibas su llamado.
“Estos burros” nos preocupan porque se nos perdieron, nos son útiles, son necesarios para el trabajo… pero también nos distraen, nos desenfocan. Sin embargo en la sabiduría infinita de Dios, él ocupa “estos burros que tanto te preocupan y que buscas desesperadamente para atraerte a Él. ¡Wow! El joven perdido y Dios bien enfocado. ¿Andas perdido? Porque Dios no, y va tras tu amor y salvación.
Reflexiona y analiza que tan distraído estás de las cosas de Dios, es más ya no de las cosas, sino del mismo Dios que envió a su Hijo a morir por ti. Dios tiene todo preparado para ti, pero desea que voluntariamente le reconozcas como tu Dios y Señor… cuando lo encuentres a Él…encontrarás “tus burros” y mucho más.
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