ser viviente que se mueve, que las aguas produjeron
según su
género…”
Génesis 1:21
RVR
Tomaron muestras de tejido de 238
tortugas Dermatemys mawii[1]de
15 lugares diferentes para ver los cambios genéticos que pudieran tener, pero
a pesar de la distancia o barrera geográfica la información genética no cambió…
¡ups! ¿Qué pasó con la ley de selección natural de
las especies? ¿No que vamos cambiando para poder sobrevivir en la tierra?
Creo que los que son bien tortugas
son los seres humanos; esta investigación fue hecha por algunos científicos del
Instituto Smithsonian de Conservación Biológica de Estados Unidos y la Facultad
de Ciencia de la UNAM[2]
con el propósito de salvar a una de las especies en extinción de tortugas de
río gigantes, sin embargo encontraron este fascinante dato. Dios al crear a
todo ser viviente, en este caso monstruos marinos –por ser tortugas gigantes-
se reproducen según su género… no se degeneraron…jajajaja.
La probabilidad –para la ciencia-
es que cuando una población se aísla de otra de la misma especie, después de
miles de años, desarrollaría diferencias genéticas a consecuencia de las
distintas presiones de selección, clima, tipo de alimentación, etc. que
enfrenta en su hábitat, pero milagrosamente no fue así… Dios sí que tiene
cuidado de lo hizo, de su creación ¿Imagina que un día al amanecer te das
cuenta que hoy a Dios se le pegó la gana cambiar la ley de la gravedad? ¿Qué se
le ocurriera que los hipopótamos volaran y que les dieran ganas de... sus necesidades?
¡Qué loco! ¿o no? Agradezcamos que Dios cuando creó a todo ser viviente lo hizo
con perfecto detalle. ¡Qué bueno es Dios!
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