"Y yo dije:¡Ah!¡ah, Señor Jehová! He aquí, no sé hablar,
porque soy niño. Y me dijo Jehová: No digas: Soy niño;
porque a todo lo que yo te envíe irás tú, y dirás todo lo
que te mande."
Jeremías 1:6-7 RVR
¿Qué no sabes hacer? ¿Qué te limita para servir a Dios? Pues déjame decirte que aunque no sepas hablar a Dios no le importa, porque él sabe que si te llamó, tú serás el instrumento perfecto para lo que hará. Obvio que necesita de tu disposición y lo demás lo hará él. Deja ya los pretextos y de estar viendo tu(s) deficiencia(s).
Reconocer tu incapacidad es necesario, pero que te quedes revolcándote en tu incapacidad, seguramente te llevará a la depresión y amargura y si lo analizas bien, volviste al principio, es decir, no estás mirando a Dios sino a ti, deja ya tu egolatría y mira hacia el cielo.
Tu juventud, adolescencia y niñez no son un obstáculo para Dios, tal vez para el adulto o para ti mismo y esto te frikea, pero ánimo, obedece al llamado de Dios y déjate seducir por su amor. Todo lo que te pida, hazlo, se noble y diligente a la voz de Dios.
¿Qué no sabes hacer? ¿Qué te limita para servir a Dios? Pues déjame decirte que aunque no sepas hablar a Dios no le importa, porque él sabe que si te llamó, tú serás el instrumento perfecto para lo que hará. Obvio que necesita de tu disposición y lo demás lo hará él. Deja ya los pretextos y de estar viendo tu(s) deficiencia(s).
Reconocer tu incapacidad es necesario, pero que te quedes revolcándote en tu incapacidad, seguramente te llevará a la depresión y amargura y si lo analizas bien, volviste al principio, es decir, no estás mirando a Dios sino a ti, deja ya tu egolatría y mira hacia el cielo.
Tu juventud, adolescencia y niñez no son un obstáculo para Dios, tal vez para el adulto o para ti mismo y esto te frikea, pero ánimo, obedece al llamado de Dios y déjate seducir por su amor. Todo lo que te pida, hazlo, se noble y diligente a la voz de Dios.
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