"Aquí esta este muchacho, que tiene cinco panes de cebada y dos pececillos; mas ¿qué es esto para tantos?" Juan 6:9 RVR
Fue un niño o jovencito quien ofreció su comida a Jesús para que alimentaran a cinco mil gentes ¡wow! No fue un adulto, no fue una señora o el más rico de la multitud quien otorgó su comida, fue quien menos lo hubieras pensado. No es común que un niño traiga su "lunch", preparado para el camino y dispuesto a dar, sin egoísmo ¿no crees que pasó por su mente: y si no alcanzo yo?
De igual manera debes pensar, acerca de lo que tienes, por más poco que sea, Dios hará milagrosamente algo; no importa la edad, es la disposición a entregar lo que tienes y no sólo cosas materiales,sino también toda tu vida. Posiblemente te encuentres con comentarios de que no servirá o que no es suficiente, sin embargo Dios es especialista en multiplicar, bendecir, renovar, reutilizar... todo aquello que el hombre natural no le ve pies ni cabeza.
Si eres muy joven, que no te impida esto seguir a Cristo, pues no se trata de ti, de tu edad, de lo que puedes dar, sino de lo que Dios va a hacer; déjate ser un instrumento o ser una vida que glorifique a Dios en cada detalle, puede ser un abrazo a algún amigo, un mensaje a alguien triste, un presente a un necesitado, un versículo a un enfermo, una oración a un hermano... ¡hay mil cosas! y si te dejas Dios hará magnificas obras en ti para la gloria de su nombre.
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