"Entonces todo el pueblo apartó los zarcillos de oro que tenían en sus orejas, y los trajeron a Aarón; y él los tomó de lamano de ellos, y le dio forma con buril, e hizo de ello un becerro de fundición. Entonces dijeron: Israel, estos son tus dioses, que te sacaron de la tierra de Egipto." Éxodo 32:3-4 RVR
El pueblo de Israel fue librado de la esclavitud que vivía en Egipto y nada más se ausentó Moisés un rato y "rápidos y furiosos" que se hacen un becerro de oro para adorarlo; se olvidaron de Dios rapidísimo y lo peor es que les ayudó Aarón el hermano de Moisés.
Tal vez como adolescente te encuentres en la edad de buscarte un "idol" para admirarlo y pasarte horas deleitándote en su vida y cosas que hace; te aconsejo solamente que no tome el lugar de Dios. En ninguna forma tamaño, poder o grandeza un ser humano puede compararse a Dios, en el caso del pueblo de Israel se hizo un animal en su locura de adorar algo... ¿te pasa esto a ti? Reflexiona.
O tal vez te sucede como a Aarón, pues siendo un sacerdote, guía y hermano de Moisés, sintió la presión de la gente que permitió tal idolatría en Israel, sustituyo un objeto creado por Dios. No permitas que la gente o tus cuates te presionen, siempre ten presente que Dios es quien te ha dado cada cosa que tienes y que él merece toda la honra y reconocimiento. Por si buscas un "idol",,, recuerda que hay uno más grande que permanecerá por siempre: Jesucristo.